jueves, 3 de julio de 2008

mil y un sensaciones

First of all: El mensaje del 28 de junio lo escribí bajo efecto de sobredosis de pastillas, no sé por qué lo hice, no sé que quise hacer/decir ese día. Pero las sensaciones estaban: nomás salieron sin reparo, sin filtro. Todo lo que puse lo estoy sintiendo en el alma, en lo más profundo de mí. Imágenes que se sobreponen en mi mente, fotografías-instantáneas de momentos pasados con vos, momentos increíbles que voy a tener que borrar. ¿Cómo los borro? ¿Cómo hago?

Siento una angustia profunda en el alma, en el estómago. Vómitos que en realidad lo que significan es que quiero expulsarte de mí, porque te amo demasiado. Andate, andate. No, mejor no. No te vayas de mi lado. Ya sé que no me querés al lado tuyo. Ya sé que no me necesitás más. Todo me lo dejaste clarísimo. Y dicen que el amor no se mendiga, pero yo me arrastro. Soy patética. Me arrastraría por vos. Te amo hasta los huesos. Te amo hasta mi muerte.

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