domingo, 28 de octubre de 2007

esa puta de vestido verde


a veces me pregunto (al menos lo intento) cómo hacer para que la vida me duela menos....para que las cosas no me afecten tanto, no se, para no angustiarme demasiado cada vez que escucho historias trágicas y tener que pedir ¡¡por favor!! que no las cuenten porque puedo caer en el ataque de llanto histérico. odio mis oscilaciones. de repente, la euforia me consume, planes, energía que sale por cada uno de los poros de mi cuerpo......un segundo.......dos segundos.........y angustia, tristeza, llorar sin saber porqué, sin excusas válidas, sin razones ni culpables. y la compulsión, esa maldita compañera que no quiere dejarme sola ni un segundo....repugnante enfermedad. medito cómo sacármela de encima, a Ella, la que convierte a mi cuerpo en mi enemigo, y suelo encontrar soluciones que lamentablemente se evaporan como nada al día siguiente, en medio de una crisis histérica o un llanto interminable o una pelea a los gritos.o simplemente,nada.solo necesidad de tener algo que calme mi ansiedad y no sea una pastillita que me deje idiota. siento a la ansiedad, maldito trastorno, como una mancha, varias manchas, en mi cuerpo. manchas que no se evaporan como las soluciones, manchas que culminan en depresiones. depresiones que pueden durar días. irritabilidad que me deja agotada y tirada en una cama sin poder levantarme.
y la esperanza, la puta del vestido verde, según cortázar....la puta que se enfocó de más en su vestido, y se olvidó de mi.