lunes, 1 de octubre de 2007

más de una wawa melancólica


es infancia y crecimiento, son muñecas o pelotas que comienzan a reemplazarse por libros, por pinturas, por charlas entre grandes y dolores de juventud, por la pérdida de amigas (como el centro del mundo) , por algún amor platónico que se confunde con sueños, con rayuelas y juegos de la copa, en un jardín con un almendro enorme y una galería compartida.

son fantasías creciendo a la par de nosotras, al igual que nuestros ideales, nuestras personalidades, tan diferentes, formándose en la arena, en tantos baños de mar compartidos.
son tantas cosas en una misma galería. tantos años, evaporados, y hoy, mirando atrás, sigo sintiendo ese no-se-qué. sigo evocando una época, un tiempo de ingenuidad, un tiempo sin preocupaciones que superaran la gravedad de mantener viva una lagartija escondiéndola de la gata de mi prima.

son miedos. son sueños. son lecturas, son abrazos, son aprendizajes, son dolores, son tristezas, son besos, son compañerismo, son canciones.
son árboles y flores

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